En una ciudad donde todavía se ven casos de perros golpeados, gatos abandonados y gente que no entiende que los animales sienten, el gobierno de Tijuana por fin está dando pasos concretos: organizó una capacitación sobre la diferencia entre maltrato y crueldad animal.

Sí, suena técnico, pero importa. Porque no es lo mismo descuidar a un perro (maltrato) que lastimarlo a propósito (crueldad). Y en ambos casos, ya hay herramientas legales para actuar.

La capacitación fue dirigida por la Consejería Jurídica Municipal y tuvo de todo: policías, jueces, asociaciones civiles y hasta los Abogados Animalistas de México, que no se andan con rodeos cuando se trata de defender a los seres sintientes.

El director de Justicia Municipal, Aldo Osuna, fue claro:

“Esto no va de buenas intenciones. Va de aplicar la ley con empatía y firmeza. El alcalde Ismael Burgueño nos pidió actuar con hechos, no con discursos”.

Y sí, ya se han aplicado multas reales por maltrato en los últimos meses. No es cuento.

¿Por qué esto importa?

Porque hay gente que aún cree que puede dejar a su perro sin comida, amarrado, golpeado, o tirado en la calle sin consecuencias. Y eso ya no va. Esta capacitación busca que los elementos policiacos sepan cómo actuar y no dejen pasar los casos.

También participó la secretaria de Medio Ambiente, María Fernanda Sandoval, y representantes de bomberos, Fiscalía, y otras dependencias. Todos alineados para que la protección animal no sea solo un post en redes, sino una acción real y continua.

“El compromiso con los seres sintientes es serio. Hay coordinación, hay ley y ahora hay voluntad”, dijeron.

¿Y ahora qué?

Pues toca vigilar que esta capacitación no se quede en el aula. Que cuando alguien llame por un caso de crueldad, la respuesta sea clara, rápida y firme.

Porque proteger a quienes no tienen voz no debería ser opcional. Es urgente.