Hay niveles. Y anoche, Jake Paul los conoció a la mala.

El youtuber convertido en boxeador no pudo con la pegada ni con la experiencia de Anthony Joshua, quien lo noqueó por la vía del TKO en el sexto round, en una pelea profesional pactada a ocho asaltos en peso pesado, celebrada en el Kaseya Center de Miami y transmitida por Netflix.

Joshua no necesitó verse espectacular. Le bastó con caminar el ring, presionar y esperar a que el físico de Paul se acabara. Y cuando eso pasó, se acabó el show.

Entre el quinto y sexto asalto, Paul besó la lona cuatro veces. El réferi detuvo la pelea al 1:31 del sexto round, cuando el castigo ya era evidente. Más tarde, el propio Jake Paul confirmó que terminó con la mandíbula rota.

La diferencia fue clara desde el campanazo: tamaño, alcance, ritmo, colmillo… todo jugó a favor del ex campeón mundial. Paul corrió, sobrevivió y evitó el intercambio todo lo que pudo, pero cuando tuvo que pelear, el boxeo real lo alcanzó.

Joshua mejoró su récord a 29 victorias, 26 por nocaut, mientras que Paul quedó en 12-2, con su narrativa de “estrella invencible” seriamente golpeada.

Para muchos, la pelea duró más de lo esperado. Para otros, fue exactamente lo que tenía que pasar:
👉 cuando el influencer se mete con la élite del boxeo, la realidad cobra factura.

Jake Paul dijo que seguirá peleando.
Anthony Joshua dejó el mensaje claro:

en este deporte, el ring no perdona el hype.