En una ciudad donde cada historia de violencia pesa, el Gobierno Municipal está moviendo piezas para que las mujeres vivan seguras. Esta semana, durante la segunda sesión del Sistema Municipal para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres, se presentaron avances y resultados que ponen a Tijuana como referencia en Baja California.
¿El dato que más resalta?
Tijuana es el único municipio del estado con un Programa Integral Municipal (PIPASE) y un sistema de evaluación que mide qué tan efectivas son las acciones contra la violencia de género.
En representación del alcalde Ismael Burgueño Ruiz, la secretaria de Bienestar Wendy Ontiveros subrayó que la atención no solo es legal, sino también emocional y económica:
“Asesoría jurídica y psicológica, capacitaciones, orientación y canalización de casos… especialmente en zonas con mayor vulnerabilidad”.
El Instituto Metropolitano de Planeación (IMPLAN) mostró cómo se identifican puntos prioritarios para enfocar esfuerzos, mientras que el Instituto Municipal de la Mujer (IMMUJER) reportó más de 300 casos atendidos e integrados al BANAVIM y la firma de 10 convenios de colaboración.
Estas acciones no se quedan en el escritorio:
- Mesas de trabajo con los tres niveles de gobierno y organizaciones civiles.
- Programas de empoderamiento económico a través del emprendimiento y la capacitación.
- Estrategias para fortalecer la salud emocional y la resiliencia.
Cada trimestre, las dependencias entregan informes para medir avances. La meta es clara: una Tijuana donde ser mujer no sea un riesgo.
“La lucha contra la violencia no se gana con discursos, se gana con acciones medibles y trabajo en red”, fue el mensaje que quedó sobre la mesa.