Así como lo lees: dos cerditos iban a ser vendidos como si fueran mercancía, ahí en plena vía pública, en la colonia El Rubí. Pero cuando los inspectores se acercaron, el tipo los sacó de la cajuela, los tiró al suelo… y se fue corriendo.
No es chiste. Es real.
Por suerte, la Dirección de Inspección y Verificación Municipal, que depende del gobierno de Ismael Burgueñ, actuó rápido y logró rescatar a los animales antes de que algo peor les pasara.
El director de la dependencia, José Antonio Olivas Heredia, dijo que esto es parte de una política de cero tolerancia a la venta ilegal y al maltrato animal, y que los operativos son constantes en zonas donde ya se ha detectado este tipo de abuso.
Y sí, aunque parezca increíble, esto sigue pasando en Tijuana. Gente que ve a los animales como productos, que no tiene reparo en dejarlos tirados como si fueran basura.
¿Por qué importa esto?
Porque no estamos hablando solo de “mascotas”. Estamos hablando de seres sintientes, de vidas que sienten miedo, frío, abandono… y que no pueden defenderse solas.
Este rescate no debería ser noticia. Debería ser lo normal. Pero mientras siga habiendo quien los venda, los compre o los abandone, hay que hablarlo, denunciarlo y celebrarlo cuando se actúa bien.
Si ves algo así, no te quedes callado.
Y si alguna vez pensaste en comprar un animal en la calle… piénsalo dos veces. No formes parte del problema.