¿Quién cuida a las niñas, niños y adolescentes que vienen huyendo de violencia, pobreza o abandono? Esa es una de las preguntas que el Gobierno Municipal de Tijuana se está tomando más en serio. Esta semana, funcionarios municipales recibieron capacitación de parte de la organización internacional Save the Children, con el objetivo de mejorar la atención y protección a menores en contexto de movilidad.
El taller llevó por nombre “Marco Jurídico para la Protección de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes en Contexto de Movilidad Humana” y no fue un simple curso de escritorio: se abordaron temas clave como diversidad, inclusión, el derecho a la educación, y cómo distinguir entre personas refugiadas y migrantes, algo que sigue generando confusión en la atención pública.
La coordinadora de SMPINNA, Marisol Hernández Sotelo, lo dijo claro:
“Necesitamos servidores públicos capacitados que puedan detectar, canalizar y atender correctamente cada caso. Y para eso es este tipo de ejercicios”.
Y es que en una ciudad como Tijuana, donde el flujo migrante es constante, los niños y niñas en movimiento no pueden quedarse en el olvido administrativo.
Por su parte, Save the Children, organización con más de 10 años trabajando en Tijuana, subrayó lo más urgente:
“El derecho a la educación existe, pero falta que se conozca la ruta para garantizarlo”.
¿Esto qué significa?
Que sí, hay voluntad y hay capacitación. Pero lo importante será ver si todo esto se traduce en acción real, diaria y humana en las oficinas de gobierno, donde muchas veces los menores migrantes se enfrentan a barreras que los adultos apenas notaríamos.
Desde Presidencia hasta el Instituto de la Mujer, pasando por Seguridad, Educación y Cultura, varias dependencias participaron. Y eso es positivo.
Porque si cada área hace lo que le toca, Tijuana puede ser una ciudad que no le falla a su infancia más vulnerable.