En Tijuana hay un común denominador: la gente no se rinde. Y para esa raza que se levanta temprano, que abre su changarro con lo que tiene y que todavía sueña con crecer, hoy hubo una buena noticia.
El alcalde Ismael Burgueño encabezó la cuarta entrega de créditos del fideicomiso Fondos Tijuana, un programa de SEDETI que está apostándole al emprendimiento tijuanense con lana real, no discursos.
Esta vez fueron 916 personas las que recibieron apoyo económico, sumando una inversión de 46.9 millones de pesos. No es poca cosa: es capital directo que se va a talleres, salones de belleza, puestos de comida, carpinterías, changarros familiares y proyectos que llevan meses —o años— esperando una oportunidad para despegar.
Burgueño lo dijo sin rodeos:
“Aquí se respalda a la gente que quiere salir adelante. A quienes no esperan a que las cosas pasen, sino que las hacen pasar.”
¿Cómo se repartieron los créditos?
- Impulso al Autoempleo: 903 apoyos (44.7 millones de pesos)
- Emprende tu Futuro: 7 apoyos (492 mil pesos)
- Fortalecimiento a Micro y Pequeña Empresa: 6 créditos (1.7 millones de pesos)
Desde que inició esta administración ya suman 2,328 familias beneficiadas con una inversión total de 107.2 millones de pesos. Para un programa municipal, el número es grande y habla de constancia.
El secretario de Desarrollo Económico, Pedro Montejo Peterson, lo puso así:
“No estamos entregando dinero y ya. Estamos brindando herramientas, cursos y acompañamiento para que estos negocios no sólo nazcan, sino se consoliden.”
La sindicatura también estuvo presente, y su titular, Teresita Balderas, dejó claro que el recurso está llegando a quien debe llegar:
“Nuestro trabajo es verificar que los apoyos vayan a manos de gente honesta y luchadora.”
Y como complemento, todos los beneficiarios fueron afiliados al programa Tijuana Saludable, para que además de emprender, cuenten con acceso a servicios médicos preventivos.
Este tipo de programas rara vez salen en titulares nacionales, pero son precisamente los que cambian la vida de miles de personas: padres y madres que ya no tendrán que endeudarse con intereses imposibles, jóvenes que por fin pueden arrancar un proyecto, negocios que pueden dar un paso más sin quebrarse.
El mensaje fue claro:
En Tijuana, quien trabaja y se esfuerza no está solo.