Ser bombero es el que deja servida la comida en la mesa y se va con el toque de sirena, con un camino difícil, pero un ejemplo de nobleza y amor por la ciudad, reconoció la alcaldesa Montserrat Caballero Ramírez, durante la celebración de los 100 años de la corporación.
Se celebró a los valientes héroes sin capa en la explanada del CECUT, quienes estrenaron su uniforme de gala, así como ocho máquinas extintoras, siete compradas por el XXlV Ayuntamiento y una donada por el presidente de la Asociación pro Bomberos que preside Xavier Peniche Bustamante, además de las aportaciones nacionales e internacionales.
Ante la presencia del Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPCM), Fernando Sánchez González, familiares y ex directores, la alcaldesa reconoció el orgullo de observar los rostros de los bomberos y la de sus familias por el valor y devoción que demuestran al prójimo y que como madre, entiende a sus padres, a sus hijos, a sus hermanos y a sus compañeros de vida.
“Son todas y todos nuestros bomberos aquel sueño hecho realidad de cuando éramos niños y queríamos ser héroes, queríamos ser como ustedes, por eso estamos aquí, rindiendo homenaje a su noble labor, compartiendo cien años que nos recuerdan que estamos para ayudar sin esperar recompensa, porque son guardianes que no descansan”, enfatizó la alcaldesa durante la ceremonia.
Se reconoció también a las voluntarias y voluntarios porque con el mismo uniforme y la misma pasión, actúan y ponen su vida en cuerpo y alma por Tijuana, porque su vocación de servicio no distingue clases sociales, ni colores de piel, ellas y ellos siempre están ahí para extender su mano a cualquier persona, sin importar nada, lo que fortalece el corazón.
100 años de historia pone en los hombros el reto de continuar una obra de honor y virtudes, una herencia de compromiso y fidelidad, un invaluable tesoro de esfuerzo y sacrificio; deseó larga vida a esta honorable institución, a este ejército de mujeres y hombres que no descansan, porque cuando una vida está en peligro, el sacrificio es un deber.